lunes, 17 de octubre de 2011

Contra la destrucción del azud del Molino del Ribero en Sorriba del Esla (Cistierna, León, España)


Según informaba ayer el Diario de León, los propietarios de los terrenos próximos al molino El Ribero situado en Sorriba del Esla, municipio de Cistierna, han sido avisados para que autoricen a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) al tránsito de la maquinaria necesaria para el derribo del azud de este molino ubicado en el río Esla.

La noticia ha creado malestar entre los vecinos y algunas asociaciones, dado que supondría atropellar la resolución definitiva de declaración de conjunto de interés etnográfico favorable, informada para su protección por la Junta de Castilla y León, además de un expolio al patrimonio del municipio. Estas instalaciones están documentadas en 1755 en el catastro del Marqués de Ensenada. «La supresión del azud supondría la desaparición de la isla típica de todo el molino. Este soto es reserva vegetal, ornitológica y de la fauna fluvial de máxima riqueza. Además es un refugio de las últimas nutrias», según recordó el vecino, Emilio Rodríguez.

En mayo de 2009 la Consejería de Cultura y Turismo señaló en un informe que tanto el molino el Ribero como el molino de Sandalio, situado a 100 metros aguas arriba, se deben considerar integrantes del patrimonio etnológico por estar directamente relacionados con los procesos productivos e industriales del pasado, «por lo que tanto sus edificaciones como la maquinaria que forma parte de sus instalaciones merecen ser protegidos». Además se indica que esta propuesta resulta similar a la formulada por la comisión Territorial de Patrimonio Cultural para el molino de Sandalio en abril de 2004 que informó favorablemente la incoación del procedimiento para su declaración como monumento inventariado. «La proximidad y similitud de amabas instalaciones, el molino el Ribero y el de Sandalio, parecen hacer más apropiadas la figura del conjunto etnográfico cuyo ámbito integre a los dos molinos y el entorno vinculado a los mismos», como recoge el informe elaborado por la Consejería de Cultura y Turismo.

Además los vecinos denuncian que no consta información ni seguimiento de los trámites, como permisos de obras, estudio de impacto ambiental y otros, en las actuaciones que por sorpresa pretende llevar a cabo la CHD y recuerdan que los vecinos de Argovejo evitaron en su día la destrucción de un azud similar existente en las proximidades de su pueblo.

Elemento inventariado

El molino conocido con los nombres de "nuevo", "de abajo" o "del Ribero" se encuentra catalogado dentro del Inventario del Patrimonio Preindustrial e Industrial de la provincia de León (IPILE) desarrollado desde la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León.

Se trata de un molino hidráulico, movido por las aguas del río Esla gracias a un gran azud que represa y conduce las aguas del río para conducirlas al molino. El azud (o puerto según decimos en León), que muestra la primera imagen de esta entrada, es descrito como unos 500 metros de muro, construido con una especie de hormigón gigante a base de grandes cantos rodados en su parte inferior, y canto menudo en la cumbre, unido todo ello con argamasa de cal y arena. En los años setenta del siglo que venció, ancianos de más de 85 años dejaron constancia de una estacada, o sus restos, en la base del azud.

Intentos de eliminación previos

Ya desde el año 2008 la Conferedación Hidrográfica del Duero (CHD) consideró inviable la recuperación del molino de Sorriba del Esla, que en 1994 fue expropiado para construir el Canal Alto de Los Payuelos. Sus antiguos propietarios siempre han mantenido interés por recuperar el conjunto molinar para conservarlo adecuadamente. También el Ayuntamiento de Cistierna se manifestó en 2008 dispuesto a "proteger y mantener el molino de Sorriba dado que es parque de la arquitectura popular del municipio", según palabras de su alcalde Nicanor Sen.

Ojalá la CHD dé marcha atrás en su intención de destruir el azud del molino, ya que es un elemento fundamental para este tipo de edificios; es como cortar las aspas a un molino de viento. Conocemos casos similares, como el de Valderas, donde la CHD también quiso eliminar el azud de la harinera "La Estrella de Campos", lo que provocó la oposición vecinal con recogida de firmas incluida, que posibilitó la conservación del azud o puerto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El azud hay que derribarlo. Ese y todos aquellos que no están en uso y desnaturalizan nuestros ríos. No solo nos obliga la legislación europea (Directiva Marco del Agua) sino la ética. ¿De qué sirve una estructura en un río? Reservemos un trozo del zud si tiene valor cultural, pero no podemos anteponer la cultura al medio natural. Debemos recuperar nuestros ríos que bastante maltratados están ya.

Javier Revilla Casado dijo...

Respetando la anterior opinión anónima, como no podía ser de otro modo en este foro público en el que caben todas las posturas que se hagan desde el respeto, quiero matizar que un azud o puerto de un molino tradicional no supone grandes problemas medioambientales ni para el río ni para los peces que viven en él, pues pueden perfectamente remontarlos. Otra cosa son las presas de los canales y ya no digamos de los embalses. Cierto es que habría que estudiar caso por caso y, si en alguno se pone en peligro el ecosistema fluvial (aunque ya lo vendría haciendo desde hace siglos y habría que ver si es preferible modificarlo ahora) siempre se pueden hacer intervenciones puntuales para facilitar el remonte de los peces o evitar zonas de mayor inundabilidad. Lo que no se sostiene es el término "desnaturalización" pues todo el planeta ya está humanizado desde hace más o menos tiempo. Los azudes de los molinos seguramente tengan 5, 6 o 7 siglos de antigüedad (con sus lógicas reparaciones) y constituyen un elemento patrimonial a defender y poner en valor.

Anónimo dijo...

Desgraciadamente está demasiado extendida la creencia de que el único daño que un azud causa a un río es impedir el movimiento de los peces. Pero la alteración va mucho mas allá. Dependiendo de la altura del azud, la distancia de río que se queda embalsada aguas arriba puede llegar a varios kilómetros. Estos embalsamientos son, por lo general, un hábitat artificial poco adecuado para la mayoría de las especies de peces autóctonas de la península Ibérica y sin embargo, un hábitat muy propicio para las especies invasoras que ven así incrementadas sus posibilidades de imponerse en la lucha por el espacio y el alimento.
Por otro lado, los azudes retienen sedimentos, lo que conlleva un aumento de los depósitos aguas arriba del mismo y un déficit de estos aguas abajo del azud. Como resultado de este desequilibrio en el transporte sólido, el río presenta problemas de incisión aguas abajo del azud a lo largo de varios kilómetros. La incisión trae consigo un descenso de la capa freática que afecta a la vegetación de ribera y a la disponibilidad de aguas subterráneas desde las que se abastecen los pozos de riego y boca. Este efecto, se va produciendo de forma progresiva en el tiempo, por lo que se acentúa cuanto mas tiempo ha pasado desde que se construyó el azud. Por eso, el hecho de que un azud lleve mucho tiempo construido no es en absoluto un atenuante sino mas bien un agravante.
En fin, podría seguir pero no es plan de aburrir con razonamientos técnicos acerca de la necesidad de eliminar azudes en desuso.
Finalmente, señalar que desnaturalización significa modificación del estado natural y, desde luego, yo no conozco ningún río que en estado natural tenga azudes. Por eso, la construcción de un azud es una desnaturalización del río y por ello debemos de aspirar a recuperar esa naturalidad del río eliminando azudes. Ahora bien, a la hora de devolver la naturalidad a un río, no creo que debamos de tomar como imagen de referencia el estado en el que se encontraban los ríos en la prehistoria, mucho antes de que los humanos empezáramos a transformarlos. Los humanos somos parte indisoluble de los ecosistemas fluviales y como tales tenemos la capacidad (y en ocasiones, necesidad) de transformarlos igual que lo hacen otros componentes del sistema como los castores o las avenidas. Pero lo que no tiene sentido es mantener esas estructuras una vez han cumplido su función. Eso no es desarrollo sostenible.

La Mojama Dixit dijo...

Sería una locura no deshacerse de esta y de otras barreras fuera de uso. Si tuviesen que perdurar todas las estructuras fluviales y no fluviales que ha hecho el hombre en nombre de la cultura, el mundo sería un completo desastre. Como dijo anónimo si tanto interés tiene el azud, que permanezca una parte, pero sin afectar al cauce.
Un río natural da muchos mayores beneficios al hombre que los que pueda dar este tipo de "barreras culturales"