Nuestro lector Guillermo Fiscer nos envía un interesantísimo enlace sobre este edificio industrial harinero colombiano. El reportaje original pueden encontrarlo en El Tiempo.com, mientras que la fotografía está subida en el blog Demos. Gracias a todos ellos.
La vieja sede de Molinos Tundama sería declarada inmueble de interés cultural de carácter nacional, para poder ser adquirida por el municipio de Duitama y anexarla a las instalaciones del instituto de Cultura y Turismo, Culturama.
La iniciativa, del arquitecto Jaime Alberto Fonseca, busca recuperar un inmueble que hace parte de la historia de la industria molinera del país y de la historia de Duitama, pero que hoy se encuentra en completo abandono.
Aunque esas instalaciones pertenecen a particulares, el proyecto prevé su adquisición por parte del municipio y su fusión de la casa de la cultura, ya que ambas edificaciones son del mismo estilo Republicano Clásico. La vieja sede sería remodelada y sus bodegas y cuartos de máquinas se convertirían en salones de capacitación, áreas de exposiciones, museo vivo de la tradición duitamense y, en general, en recinto para las actividades culturales del departamento.
Fonseca presentó el proyecto al alcalde saliente Gustavo Cano Riaño, quien no lo desarrolló, por lo cual se lo entregará esta semana al alcalde Rafael Pirajón López, a quien le corresponderá adelantar las acciones pertinentes ante el Ministerio de Cultura.
Muchos historiadores consideran que el progreso de Duitama comenzó a consolidarse, hace más de medio siglo, en forma simultánea con el desarrollo de la industria molinera. Con esta actividad. Comenzó el transporte, a lomo de mula, de los productos de la molienda hacia distintas zonas del país.
Para sacar la producción se construyeron caminos de piedra por donde se utilizaron carruajes tirados por bueyes o equinos. El crecimiento de la industria molinera generó también el nacimiento y desarrollo de la del transporte, como fuente de empleo y riqueza para muchos duitamenses.
Su historia
El Molino Tundama, que en 1911 se conocía como Industria Molinera del Tundama tardó 13 años en ser construido, debido a la carencia de mano de obra especializada en Boyacá. Para el buitrón, de 21 metros de alto, se utilizó ladrillo en forma cónica proveniente de Sogamoso, así como madera rolliza y aserrada. En 1924 el molino comenzó sus labores con 21 trabajadores que operaban maquinaria norteamericana que funcionaba con carbón; en 1940 se cambiaron los motores por unos de fabricación alemana a gasolina, que debido a la carencia de repuestos fueron remplazados por motores suizos.
El empuje que en ese momento tenía la empresa molinera en Boyacá, Cundinamarca y Nariño que se consolidaban como potencias en la aplicación de nuevas tecnologías y en la generación de empleo, llevó a que en Duitama se construyeran dos nuevos molinos El Cóndor y El Sol que llegaron a producir más de 600 cargas diarias de harina y que generaron cientos de empleos.
La crisis de la industria
La crisis del Molino Tundama comenzó con la huelga de 1941, con la cual los trabajadores obtuvieron aumento salarial, el pago de días feriados y el establecimiento de una prima por rendimiento en el trabajo. En 1978, luego de 54 años de trabajo, la industria molinera deja de funcionar por problemas laborales y por las nuevas políticas nacionales que permitieron la importación de trigo a menor costo.
En razón a esta situación decidieron vender las instalaciones que fueron compradas por la Industria Harinera del Valle que continuó produciendo harina, pero en menor cantidad. Debido al incremento del contrabando de harina de trigo proveniente del Ecuador y Venezuela, Molino Tundama cerró operaciones en 1985 y se puso en venta.
En 1992 Harinera del Valle, nuevo propietario del inmueble, decide demolerlo para construir soluciones de vivienda, ante lo cual el 18 de mayo de 1993 el concejo lo declaró bien de interés histórico y cultural del municipio de Duitama, provocando el cese de la construcción.
Foto: Las fotografías corresponden a la forma como se veían las instalaciones hace unos años y al estado actual del inmueble, ubicado al lado de la sede del Instituto de Cultura y Turismo de Duitama, Culturama.
