Magnífico artículo escrito por Blanca Mª Stoffel* para el diario La Opinión:
Cuando llegaron nuestros inmigrantes, suponemos que en su viaje hacia la tierra que iban a poblar, entre sus provisiones, trajeron harina y galletas, elementos que debían reponerse periódicamente, haciendo periódicos viajes a Esperanza, Pilar o San Agustín, los lugares poblados más cercanos y accesibles.Creemos que este trabajo de aprovisionamiento, se siguió efectuando hasta que la primera siembra de trigo, produjo sus espigas, y estas al ser molidas entregaron la harina para hacer el pan. Porque efectivamente, no puede haber pan sin harina, no puede haber harina sin trigo, ni trigo sin cosecha.
La agricultura no atraía tanto a los colonos; pensaban que era menos penoso dedicarse a la ganadería que les exigía mucho menos esfuerzo y dedicación. No tenía esta el problema de la sequía, de las langostas, de las hormigas, de las inundaciones. Pero, al intensificarse la inmigración, con ella y la formación de nuevas colonias, la Provincia pasó a convertirse en la mayor productora de cereales del país, cubriendo no sólo las necesidades locales sino exportando el resto de la producción a Europa.
En el año 1888 el cultivo que predominaba era el del trigo y en 1894, la Provincia exportó 1.400.000 tt. de trigo y lino y 100.000tt. de harina. El Censo de 1895 dio estos resultados: 659 establecimientos para la molienda del cereal en todo el país. Cuatro quintas partes de ellos estaban en el Litoral y a la cabeza Santa Fe con 72 molinos. En todas las colonias al poco tiempo de formarse, se establecieron molinos harineros, para la elaboración del trigo, ya que hasta ese entonces, la harina era sumamente escasa y debía importársela de Europa.
"En 1880 funcionó el primer molino harinero a cilindro que se fundó en el país, siendo el de Bauer y Sigel en San Carlos Sud. Con respecto a este Molino, el periódico "El Corondino" de Coronda del 26 de marzo de 1882, dice que es el Molino más grande de los molinos americanos, el Molino a cilindro, edificado con seis pisos altos, verdadero monumento en la Colonia San Carlos, de Bauer y Sigel, un suizo y un alemán de los primeros colonos de 1859" Las harinas presentadas en la Exposición de Filadelfia del mes de abril del año 1876 por Bauer y Sigel, fueron premiadas.
Los primeros molinos a piedra fueron siendo sustituidos por cilindros de porcelana y luego por molinos de vapor. El Departamento Las Colonias, en l887, tenía veintiséis molinos de vapor cuya producción era la mitad del nivel provincial.
Si nos remontamos en el tiempo a 100 años atrás podemos asegurar- sin temor a equivocarnos-, que la primera industria de Rafaela fue el molino harinero. Para ello habrán tenido que adquirir en alguno de los pueblos vecinos una enorme piedra de moler, la cual en movimiento giratorio, impulsada por un buey o un caballo, produjo la primera harina del primer pan amasado en nuestro suelo. De esta rudimentaria atahona -incipiente industria- surgirán después otros molinos harineros.
En la Provincia había en total, en 1893, unos 85 molinos harineros todos a vapor con excepción de dos de agua en Carcarañá, uno sobre el arroyo Pavón y uno sobre el Cululú, además de cuatro de sangre (atahonas) Del primer molino que tiene Rafaela en 1884, según el Informe de la Inspección de Colonias, se desconoce el propietario, pero sí sabemos que en junio de 1885, inicia sus actividades el primer Molino harinero ubicado en Bulevar Lehmann, frente al Hotel Plaza, cuyos propietarios eran Pedro Avanthay e hijo.
Este Molino fue bautizado como Molino "Amistad" y en su visita a Rafaela don Alejo Peyret al referirse al mismo decía textualmente: "que allí en 1887, se habían molido 38.000 bolsas de ocho arrobas" y agregaba ". El Molino a vapor de los Sres. Avanthay, padre e hijo, suizo el padre, americano el hijo, tiene la fuerza de treinta y cinco caballos, pudiendo moler cada día veinticuatro arrobas, es el sistema suizo con siete pares de cilindros y uno del sistema húngaro data de 1883; es alumbrado por luz eléctrica".
Según informa el Diario "Castellanos" en su edición especial del Cincuentenario de Rafaela el 1 de septiembre de 1885 comienza a funcionar un molino harinero propiedad de Pedro Avanthay. Posiblemente se trate del mismo Molino Harinero que menciona el Diario "La Opinión" en su edición de los 50 años y la falta de coincidencia sólo existe en los días y meses (junio de 1885 y septiembre de 1885). Ignoramos en qué documentos se basaron ambos periódicos para consignar estos datos.
En esos tiempos -como dice Adelina B. de Terragni- "la harina blanca se importaba de Francia, de Alemania y de otros países productores; nuestros primeros colonos debían traerla desde Santa Fe, Esperanza, Pilar. Se recuerda que los carros llegaban cargados de harina y a la menor amenaza de lluvia, eran las bolsas de ese apreciado elemento, las que se protegían debajo del medio de transporte, antes que las propias personas".
El Molino de Avanthay era -como lo describe Alejo Peyret-, de vapor, de 35 caballos de fuerza y su actividad fue extrema pues al poco tiempo de su instalación molía 38.000 bolsas de 92 kg. de peso cada una.
La empresa usaba, en sus papeles comerciales, una estrella y debajo de sus puntas inferiores la palabra "Amistad", que era el nombre del Molino.
Don Pedro Avanthay con su militancia masónica, miembro de la Logia "La Antorcha" indudablemente no podía dejar de usar una estrella de cinco puntas (símbolo masónico por excelencia) hasta en sus papeles comerciales.
Comenta Daniel Imfeld que, ."para la fiesta nacional suiza y la fiesta patronal del 24 de octubre, se realizaban concurridos bailes en los galpones del Molino Amistad de los Avanthay" Pero sin lugar a dudas el más importante de Rafaela fue el de Don Rodolfo Brühl que se denominaba "Margarita" fundado en 1894, nueve años después, en la barriada que alguien denominara con el nombre de "Barrio de Fierro", molino que llegó a ser el más importante del pueblo. En él se desempeñaba como gerente el Sr. Rodolfo Stoessel y como contador don Mariano Sondura.
El señor Brühl que había nacido en Berlín (Alemania) el 27 de marzo de 1858 era además agente de colonización. Activo colaborador de don José Iturraspe fue el responsable de la erección de varias colonias: San Vicente, Sastre, San Jorge, Landeta, Ceres, El Trébol y en 1892 Tacural. El Molino, que giraba comercialmente como Rodolfo Brühl y Cía. se remató judicialmente el 29 de septiembre de 1900 con una base de $ 70.000 m/n. al contado. El remate judicial habrá sido consecuencia de la crisis económica que sufrió Argentina entre 1889 y 1892? Es sumamente extraño, ya que la producción del molino abastecía a Rafaela y pueblos vecinos e incluso exportó harina al exterior.
Añado un dato interesante: La Sociedad de Beneficencia que había obtenido su personería jurídica pudo adquirir un chalet de propiedad del Sr. Rodolfo Brühl y terrenos aledaños con el objeto de levantar el Hospital Regional, frente a la plaza 9 de Julio. En ese lugar funcionó la primera sala para internados que tuvo el Hospital.
Fue Rodolfo Brühl también el primer exportador de harina hacia Brasil, lo que da una idea de la importancia que había adquirido la producción del Molino Margarita.
Los compradores, fueron los Sres. Remonda, Bottaro y Cía. quienes se preocuparon en aumentar la producción, llegando a producir 200 bolsas de harina diarias, con un personal de 10 empleados.
*Miembro del Centro de Estudios e Investigaciones Históricas.
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