lunes, 27 de julio de 2015

La harinera de Abarca de Campos (Palencia, España) reabre como restaurante


«Espacio gastronómico y más» es el lema con el que reabre sus puertas la Fábrica de Harinas movida por el Canal de Castilla en la localidad palentina de Abarca de Campos. Cesó su actividad industrial en 1979 y hace algunos años tuvo un primer intento para convertirse en sala de exposiciones, incorporando obras de arte contemporáneo que convivieran y dialogaran con la maquinaria fabril. Aquello no salió adelante, pero afortunadamente ahora nace un nuevo proyecto vinculado a un aprovechamiento hostelero que también conserva los fines culturales iniciales.

"La Fábrica del Canal" es el nombre que toma la iniciativa ya inaugurada la semana pasada. Al frente del proyecto está el abogado y economista palentino Fernando González. En él han participado Adan Bresnick, Miguel Peña y José Antonio Salvador. La dimensión artística se ha encomendado al Grupo Muriel. La carta del restaurante ha sido elaborada por Sonia Fuentes, cocinera y asesora gastronómica de España Exportación e Inversiones (ICEX), siendo la máxima responsabilidad del restaurante a cargo del chef argentino Gustavo Greco.

Fábrica del siglo XIX, maquinaria del siglo XX, uso cultural en el siglo XXI
Dice la prensa que la fábrica de harinas de Abarca de Campos se levantó en el año 1845 en el Canal de Castilla. Nosotros carecemos de un estudio detallado, si bien la fecha nos suscita dudas pues el Ramal de Campos, donde se emplaza la fábrica de Abarca (en la primera esclusa), no se inauguró hasta 1849. Otra referencia de prensa la data en 1854, lo cual podría ser más correcto.

Pero nuestro libro “El agua y la fábrica de harinas en torno al Canal de Castilla en Medina de Rioseco” (2012, realizado por Juan José Fernández Martín, Javier Revilla Casado y Jesús I. San José Alonso) [puede descargarse en PDF en http://bibliotecadigital.jcyl.es/jcyl/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=10111444], página 76, incluimos una tabla con todos los aprovechamientos industriales del Canal de Castilla en 1855 y allí vemos que entonces todavía no existía una fábrica de harinas en el salto de Abarca de Campos sino un molino arrendado por F. Silvestre.

Por lo tanto, la conversión en industria harinera fue posterior. Incluso por las fotografías que hemos podido ver del interior, podemos intuir que la maquinaria corresponde, como muy temprano, a la década de 1920. Esto que indicamos no merma para nada el valor arquitectónico e industrial de esta impresionante fábrica de harinas, a la que deseamos el mejor de los futuros en su nueva andadura. Ojalá haya muchas más iniciativas como ésta.

Fotos:

Fuentes:


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