Les ofrecemos hoy un interesante enlace que detalla el proceso de rehabilitación del molino de mareas conocido con el nombre del "El Pintado", situado entre los términos municipales de Ayamonte e Isla Cristina, en la provincia de Huelva.Para ello, tomamos lo escrito en este enlace por Carlos J. Vial. Les remitimos a la página de origen para ver muchas más fotos y planos de los que nosotros traemos aquí.  Tras la rehabilitación, el molino se convirtió en Ecomuseo de las Marismas de Isla Cristina y Centro de Interpretación el hombre y la marisma <Blog del Museo>.
El nombre original del artefacto fue "Molino del Papudo", cambiando éste a "Molino San José" cuando fue adquirido por Manuel Rivero González,  sin embargo todo el mundo lo empezó a conocer por "Molino de El  Pintado" en referencia al apelativo de su dueño. La molienda del trigo se hacía  mediante 6 muelas de piedra, estando construida la obra sumergida en  cantería de piedra ostionera. Normalmente el trigo venía desde Sanlúcar de Barrameda o Sevilla  en barcos, siendo tratada en este y otros molinos y luego consumida por  la población vecina de Isla Cristina.
A mediados del siglo XIV existían  cerca de 50 molinos en la costa desde Ayamonte hasta Faro. Encontramos  en el siglo XVIII unos 10 molinos funcionando a pleno rendimiento en los  alrededores de Ayamonte, entre ellos el que nos ocupa, construido hacia  1750 por un indiano llamado D. Manuel Rivero y apodado “El Pintado”.  Hoy día permanecen visibles en dicho término municipal restos de cinco  de ellos.
Estuvo en funcionamiento hasta 1945-46, abandonándose hasta la creación del proyecto de Vía Verde Litoral,  en el que se iniciaron trabajos de reacondicionamiento para la  observación de aves. Finalmente y por falta de presupuesto de este  proyecto, se abandonó nuevamente y no es hasta 2007 cuando se recupera  por el Minsterio de Medio Ambiente, Dirección General de Costas, para  acondicionarlo como Ecomuseo.
Tras  la guerra civil, la escasez de grano es patente. Esto, unido a la  aparición de las fábricas de harina y a la mejora de las comunicaciones,  va cambiando los hábitos de la población que ya compra el pan y la  harina. Hacia el año 1945, el molino dejará de funcionar tras dos siglos  a pleno rendimiento. La gran cubierta de la sala de molienda permaneció  en pie hasta que hace unos 20 años se colapsó.

Imagen de Manuel Fonseca Gallego, previa a la rehabilitación.
El objeto en el paisaje. La  visión del molino es siempre lejana. Exento, como un objeto  arquitectónico inmerso en un paisaje casi lunar, con una axialidad muy  marcada que lo dota de unas proporciones adecuadas para resaltar dentro  de un paraje tan vasto, tan llano.
Se  sitúa con una alineación paralela a las vías de acceso a la ciudad:  Ferrocarril y carretera. Una alineación muy clara que se convierte en su  recorrido interior principal. Una aproximación lateral, nunca centrada,  permite recorrer parte del paisaje teniendo siempre a la vista el  objeto. Un camino que es preciso conservar por su belleza paisajística.
Análisis y funcionalidad del objeto. Es  un edificio con una direccionalidad muy clara Este-Oeste. El camino  interior que lo recorre va atravesando las antiguas dependencias. Se  pretende fomentar este recorrido interior creando el orden de visita de  grupos.
La  gran sala de molienda con sus orientaciones y visiones Norte-Sur  pudiera ser una metáfora de la dualidad ayamontina entre campo y mar,  entre molinos de viento y molinos de mar, entre Villa y Ribera.
 Es  la dualidad de su cubierta a dos aguas, a dos mareas. Es el recorrido  que hace el mar a través de sus entrañas dos veces al día. De Norte a  Sur en pleamar; de Sur a Norte en bajamar.
Un  molino de mareas es un ingenio muy peculiar que aprovecha el desnivel  provocado por el flujo de las mareas, dos veces al día de forma  periódica e inagotable, para mover la piedra volandera sobre la solera y  moler el grano introducido entre ambas desde una tolva. Por la zona  coexistían con los molinos de viento pero, frente a éstos, su ventaja  era notable al no depender para nada de factores meteorológicos y poder  moler todos los días del año, además de controlar la cantidad de grano  molido en función de la demanda.
El  mecanismo es bien sencillo. El agua del mar, a través de caños y  esteros atraviesa el puente de acceso donde se sitúan las compuertas,  que son empujadas por la fuerza de la marea que sube y que llena un  espacio de reserva de la misma llamado caldera. Cuando el flujo mareal  comienza a invertirse, las compuertas se cierran con el propio reflujo y  el agua retenida puede ser utilizada para moler con sólo esperar que la  madera descienda para producirse el pequeño salto hidráulico.
El  molinero ya puede levantar de una a seis compuertas (en el caso de este  molino) y dejar que el agua, al pasar por un estrecho canal bajo el  edificio que disminuye de sección, haga girar con fuerza una turbina  metálica llamada rodete, que unida la piedra superior o volandera, se  mueva sobre la inferior fija o solera. El agua, tras haber pasado bajo  el edificio y haber movido el rodete vuelve de nuevo al mar a través de  los arcos de salida, con lo que se inicia un nuevo ciclo.
Descripción del estado inicial. Presentaba  un estado de ruina y abandono en gran parte de sus elementos  estructurales. Todos los forjados y cubiertas de viguería de madera han  desaparecido. Algunos muros portantes de la zona Oeste presentan grietas  de considerable proporciones y fuertes desplomes. Los huecos, labrados  con cantería y ladrillo de marisma, se encuentran en franco proceso de  deterioro.
Es  de destacar la labor de cantería con piedra gaditana tipo ostionera, en  tajamares, zócalos, arcos de túneles, mochetas y esquinas, todo ello en  bastante buen estado.
En los alrededores, destacar el mal estado  en que se encuentra la balsa del molino y la salida de ésta hacia la  marisma, ambas con muy poco calado y que harían necesario su dragado.  Las zonas exteriores poseen un adoquinado de valor y en buen estado  aunque incompleto, y los diques de piedra ostionera presentan buen  estado. El puente de acceso y las compuertas han sufrido desperfectos  recientes.
Recuperación. El  proyecto fue promovido por la Delegación Provincial de Huelva del la  Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, formando parte de  la idea global de recuperación de Arquitectura tradicional e industrial  de interés.
La  magnífica localización del edificio, próximo al casco urbano, pero a la  vez en medio de un lugar declarado Paraje Natural de las marismas de  Isla Cristina y Ayamonte, hacen que la reutilización del Molino del  Pintado sea una ocasión única para ofrecer una apoyatura edificatoria a  toda esta serie de usos próximos, englobándolos en un único edificio ya  existente y con innegables valores paisajísticos, etnológicos,  constructivos e históricos.
La propuesta de usos se resumiría de la siguiente manera:
- Centro de interpretación de la Naturaleza:  Dotado de Salas de Exposiciones, Mirador de observación de aves y  recorridos por los caños de la marisma en pleamar con embarcaciones  ligeras.
- Centro de acogida del Paraje Natural : Visitas  organizadas con recorridos para grupos de escolares y otros grupos, con  Recepción, Montaje audiovisual y Salas de Exposiciones.
- Recuperación de la Sala de Molienda :  Como vestigio de una industria autóctona ya desaparecida y que  utilizaba energías renovables, con exposición de utensilios y técnicas  relacionadas con todo ello.
- Lugar de parada final en el recorrido de Ic Vía Verde Gibraleón Ayamonte : Con la exposición y utilización por parte de los viajeros de lo anterior. complementado con un pequeño bar-terraza.
- Centro cultural-Expositivo :  Con utilización por parte del municipio de la Sala de Audiovisuales  para Conferencias, Proyección de Diapositivas, Recepciones y actos  diversos, así como exposiciones temporales de artistas.
Las  preexistencias que podemos observar en las ruinas nos marcan la pauta a  seguir, que en pocas líneas resumiríamos como de limpieza general y  respeto a las estructuras básicas y generadoras del edificio, bajo el  que se situarán usos que no impliquen actuar con una crujía excesiva en  su interior, sin compartimentar en exceso y manteniendo las crujías  primitivas.
Por otro lado, la situación de los distintos usos y  los recorridos pensados para grupos de visitantes no suponen alteración  alguna en la estructura primitiva del molino ni precisan operaciones  interiores de importancia.
Organización funcional:
El  desarrollo del programa se estructura en configurar los distintos  recorridos sin interferencias entre ellos y con la mayor racionalidad  posible. El recorrido de los grupos comienza con una pequeña recepción  en la que se presentan los primeros paneles y folletos divulgativos,  complementándose con la proyección de un montaje audiovisual. A  continuación se pasaría a la sala de exposición permanente sobre el  medio natural del entrono próximo.
El  grupo accedería a contemplar el funcionamiento del molino de mareas,  contemplando los tajamares y las entradas de agua de la fachada Norte.  La gran sala de molienda, de unos 25 m. de longitud, alojará  exposiciones sobre molinos y la recuperación de los canales de paso de  la marea y dos de las piedras molares. Para finalizar, el grupo saldría  al exterior, accediendo por la pasarela exterior del lado Sur a  contemplar la salida del agua a través de los seis arcos.
Aspectos compositivos:
La  intervención intenta caracterizarse por su integración con lo existente  en un punto de diálogo discreto pero no mimético. En este sentido,  bases de partida han sido:
- El respeto por la estructura general  del edificio en cuanto a elementos estructurales, intentando unificar  alturas y eliminar añadidos.
- La recuperación de la mayor  espacialidad posible eliminando muros interiores y la búsqueda de la  mayor luminosidad, abriendo algunos huecos en las zonas expositivas.
- La intención de reflejar la contemporaneidad con el empleo de nuevos  materiales y en el tratamiento de los revestimientos de fachadas,  sacando a relucir elementos de cantería, aprovechando los materiales de  valor que se extraigan de las zonas demolidas.
Aspectos económicos:
Desde  el diseño de la propuesta se tiende a la austeridad de formas y sobre  todo de materiales, empleando materiales económicos, resistentes y  duraderos, de fácil reposición y conservación.
El empleo de energía  solar fotovoltaica para el suministro de energía eléctrica y producción  de agua caliente, permite simplificar el futuro mantenimiento del centro  y seguir en la línea de la utilización de energías limpias y  renovables, de las que este molino es un claro ejemplo.
La  colocación de una turbina hidráulica en uno de los canales para la  producción de energía eléctrica, redunda en estos temas, si bien dado  las reducidas dimensiones del salto hidráulico, se incorpora para fines  exclusivamente didácticos.
Promotores: Dirección General De Costas (Ministerio De Medio Ambiente), Consejería De Medio Ambiente (Junta De Andalucía)
Arquitectos: Manuel Fonseca Gallego + Javier López Rivera, Ramon Pico Valimaña (Estudio ACTA)
Colaboradores: Visitación Rodríguez Pastrana, David Caballol Bartolomé, Gabriel Cuena López
Aparejador: José Manuel Domínguez
Contratista: Bardera, S.L.
Fecha De Proyecto: Diciembre De 1996
Fecha Final De Obra: Septiembre 2007
Superficie Util Total: 394,63 M2.
Superficie Construida Total: 508,63 M2.
Fotografía: Fernando Alda Calvo
Fuentes: http://www.plataformaarquitectura.cl/2011/11/21/proyecto-de-rehabilitacion-del-molino-mareal-de-el-pintado-manuel-fonseca-gallegos-studio-acta/
http://es.wikipedia.org/wiki/Molino_de_El_Pintado
Más información y horarios del museo: http://molinodeelpintado.blogspot.com/