viernes, 2 de julio de 2010

En peligro el histórico molino de mareas Portu Errota (Vizcaya, España) ante la Ley de Costas

Una absurda aplicación de la Ley de Costas (22/1988) pretende acabar con el dominio privado del molino de mareas 'Ozollo Errota' hoy 'Portu Errota', construido en el año 1683 y en manos particulares desde entonces.

Sus actuales propietarios, la familia Iturribarria, lo conserva con celo desde hace años, evitando su deterioro y manteniendo en su interior toda la maquinaria y utillajes propios del molino. Es más, con este interés en su día frenaron un proyecto urbanístico que hubiese destruido todo el entorno del paraje natural 'Urdaibai', hoy protegido como Reserva de la Biosfera.

El molino Portu Errota tiene la calificación de 'monumento' según el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. Debido a un reciente ciclón el histórico edificio ha sufrido importantes daños que no pueden ser reparados debido a que la Demarcación de Costas no lo permite hasta regularizar su situación.

Pueden conocer la historia del molino Portu Errota y sus características técnicas en la web http://www.arrakis.es/~errota/

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos:

Más que absurda aplicación de las determinaciones normativas contenidas en la Ley de Costas, habría que decir la aplicación de sus preceptos de manera totalmente discrecional, vulnerando así cualquier principio de actuación administrativa respecto de sus administrados. Vulnerando, además, el equilibrio de intereses
existente en este caso: patrimonio histórico, medio natural...

José Manuel Feliz

Unknown dijo...

La ley de costas no es absurda. Otra cosa es que las administraciones algún día decidan cumplirla.

Javier Revilla Casado dijo...

No digo que la Ley de Costas sea absurda, yo estoy muy de acuerdo con ella; me refiero a que es absurdo aplicarla en este caso pues nadie lo haría en al respecto de un castillo o fuerte militar, por ejemplo, que tantos hay en plena costa.
El asunto denota un desprecio por el patrimonio molinológico y por ello lo traemos a colación, para reivindicar su valor.
Saludos!