Es la fábrica de harinas de mi localidad, mejor dicho, una de las dos que existieron. De la otra, La Coyantina -hablaré en una futura entrada-, pues apenas quedan restos ya que sufrió un destructivo incendio hace pocos años.
La estampa navideña -fruto de una reciente nevada- me sirve además como postal para desearles a todos ustedes un año de bienes.
Sobre La Industrial Valenciana podemos decir que el origen de esta harinera está en el año 1926, cuando el empresario Anastasio Ortiz García encargó su construcción, que dió comienzo el 4 de abril de 1926 y en la que participaron, al menos, Cesáreo Villoria Silvano (carpintero), Pedro Baez Cueto (bracero) y Argimiro Martínez Barrientos (bracero). Por cierto que Anastasio Ortiz ya tenía relación con la harina ya que poseía un molino harinero cerca de Villarrabines, a pocos kilómetros de Valencia de Don Juan.
Su nueva harinera, situada
a la Barrera de San Roque, se dotó de maquinaria
Bühler según la referencia que tenemos sobre un contrato entre las partes formado el 18 de mayo de 1926, según el cual Bühler instalaría la maquinaria necesaria para moler 12.000 Kg de trigo blando al día. También se constata un molino maquilero anejo a la harinera, para el que existe otro contrato entre Bühler y Anastasio Ortiz el 30 de junio de 1926 por el que se acuerda instalar 3 máquinas de limpia para dicho molino, que constaba de 4 pares de piedras.
Meses después la instalación de esta fábrica de harinas en Valencia de Don Juan quedó cuncluida, según Acta de Reconocimiento levantada el 4 de octubre de 1926. La firman Luis Carretero y Nieva, ingeniero jefe de la Inspección Industrial de León, Antonio Martín Santos Rebolledo, ingeniero de la misma, Anastasio Ortiz García, dueño de la harinera y los testigos Víctor Sáenz Miera y Tiburcia García Clemente.
A lo largo de los años fue ampliándose con silos y otros edificios, incluyéndose la cubrición completa de su patio central. Molturó hasta el año 1989, en el que cesó su actividad, estando hoy parada con toda su maquinaria y sirviendo sus naves como parking de camiones. Por este edificio fabril pasaron cerca de un centenar de trabajadores.
Además de Anastasio Ortiz, fue propiedad de otros empresarios, como José Quiñones García o Ramiro Arias López. El apellido Arias es el que hoy sigue rotulado sobre sus paredes, aunque popularmente en la localidad se sigue conociendo a la harinera como la fábrica de Ortiz.
Fuente:
Archivo Municipal de León, caja 1248. Acta notarial nº 182. Valencia de Don Juan, 26-09-1926.
Luis Rivaya Llamedo, notario del Iltre. Colegio de Valladolid y del Distrito de Valencia de Don Juan.
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